miércoles, 7 de diciembre de 2011

Academy for Global Citizenship

Sarah Elizabeth es la fundadora y directora ejecutiva de la Academy for Global Citizenship
Esta escuela se fundó con el “compromiso de ser sostenible, proporcionar una nutrición correcta y civismo global” y con la “intención de inspirar la forma en la que la sociedad educa a las nuevas generaciones promoviendo un cambio local y global”. Esto implica que “los desayunos y las comidas son orgánicas. Muchas veces procedentes del jardín del colegio donde se plantan verduras. En la azotea hay barriles que se van llenando con agua de lluvia y gallineros. Los alumnos aprenden a comer correctamente porque les enseñamos nutrición y a ser conscientes de la importancia del reciclaje y el cuidado del medio ambiente. Queremos que los alumnos aprendan a tomar decisiones que los beneficie a ellos y al planeta”.


Los niños aprenden también que la vida sedentaria es un hábito desastroso. “Van al colegio andando, hacen yoga y siguen un programa de bienestar corporal”, indica la fundadora. “Los cuerpos sanos garantizan alumnos que aprenden mejor. Nuestra misión es crear entornos para estilos de vida saludables y sostenibles”.



Ippel llevaba años pensando que los colegio debían ser así. Había viajado por 80 países y había estado observando sus “filosofías educativas”. “Vi diferencias tremendas relacionadas con la salud, la educación y el medio ambiente. Cuando volví a Chicago decidí crear un modelo educativo que integrara estrategias de desarrollo comunitario destinadas a fomentar una nutrición positiva y ecológicamente sostenible dentro de las prácticas académicas”.



Visto en Yorokubu

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