jueves, 15 de marzo de 2012

La seguridad del abrazo y la libertad de la independencia.


Como sucede con muchas parejas, la seguridad y la libertad son indisociables, pero tienen enormes dificultades para convivir. La seguridad sin libertad es una sentencia de esclavitud, mientras que la libertad sin seguridad es una condena a una incertidumbre desquiciante e incurable.

Cuando no se ven limitadas por su pareja, tanto la seguridad como la libertad dejan de ser valores codiciados para convertirse en terribles pesadillas. Los intentos de equilibrarlas y reconciliarlas resultan generalmente incompletos, insatisfactorios.

Así pues, la convivencia de seguridad y libertad está abocada a seguir suscitando revuelo; éste es una fuente inagotable de energía creativa y cambio obsesivo. Está predestinada a ser un móvil perpetuo.







Z. Bauman

No hay comentarios:

Publicar un comentario